Fue un día como cualquier otro, solía acompañar a cualquiera de mis padres a hacer todo tipo de tramites y diligencias, era época vacacional o verano (como lo llaman en algunos lugares) y tenia bastante tiempo libre como para rechazar una invitación fuera de mi casa. A veces no hacia falta ninguna invitación para querer salir de ese lugar, donde el televisor era mi mejor amigo, pero un amigo de mentiras, uno de esos que te dice que todo esta bien y que todo lo que te enseña es la verdad, debo confesar que ese amigo tenia un poder de convencimiento gigantesco y hasta llegue a creer todo lo que me media y me mostraba y cuestionaba casi que constantemente que los amigos que aparecían en el eran muy diferentes a mi, a mi realidad, a la realidad de mis compañeros de colegio, a mis primos a cualquier amigo cercano en los últimos tres días de mi vida para ese momento.
Yo conocía lo que era no tener dinero suficiente, lo que significaba no tener esa bicicleta nueva que siempre quise en un momento determinado o ese juguete que me mostraba mi amigo cuadrado con cara de vidrio y esas ganas locas de ir a disneyland pero nunca sentí que me falto algo y creo que mis amigos cercanos también sentían lo mismo, esa visión de felicidad "aparente o relativa" cambio drásticamente cuando descubrí a ese niño, ese niño que estaba solo en la calle, sin su mama o su papa que lo tomaran del brazo y que lo único que tenia era unas flores un poco marchitas y una vestimenta bastante desgastada.
Al principio pensé que simplemente estaba extraviado, hablaba con todo el mundo como preguntándole algo a las personas pero desafortunadamente ninguno le daba la respuesta que el quería escuchar, después pensé que estaba jugando porque cuando alguien por fin le dio esa respuesta esperada no se iba corriendo a buscar a sus padres sino que se quedaba ahí preguntando de nuevo a todo el que pasaba cerca, después note que no estaba jugando ya que cuando pasaba largo rato sin escuchar respuesta de alguien una pequeña lágrima negra producida por sus ojos y el sucio de su cara rodaba por toda su cara.
Fue en ese momento cuando decidí acercarme y preguntarle que le pasaba y si se sentía bien, pude escuchar esa pregunta que había hecho una y otra vez por un largo rato y poco a poco empecé a entender a ese niño que estaba en la calle, le preguntaba a la gente "señor o señora, podría regalarme algo de dinero porque no tengo para comer" y lo que tenia para vender se le había agotado, me explico que cuando vives así debes procurar comer poco y ganar mucho, porque con eso mantenía la esperanza de dejar de esa vida y tener un lugar seguro y propio donde pasar la noche el resto de su vida y que simplemente no tenia padre ni madre que lo ayudara.
Después de ese día no lo vi mas, pase por ese lugar muchas veces por muchos años manteniendo la esperanza de verlo y ayudarlo, pidiéndole que se viniera conmigo y mi familia para que dejara de estar en la calle, creo que mi idea era bastante inocente pero no se me ocurrió nada mas. Hace días después de muchos años lo volví a ver, solo que no había crecido nada y esta vez vendía boletos de lotería en el medio de una transitada avenida, era el mismo niño, con la misma mirada y el mismo sentimiento de tristeza y soledad del que ya había visto muchos años antes, esta vez me acerque a el y lo único que pude decirle fue disculparme por haberte dejado solo, no me respondió nada y solo se limito a verme, el día que vi a ese niño en la calle note que ese niño son muchos y al mismo tiempo soy yo, el día que vi a ese niño en la calle me veía a mi mismo desde un estado alterado producido por la "cola para zapatos" que usaba para no pensar mas en comer y no pensar mas en los padres que nunca tuve.
Yo conocía lo que era no tener dinero suficiente, lo que significaba no tener esa bicicleta nueva que siempre quise en un momento determinado o ese juguete que me mostraba mi amigo cuadrado con cara de vidrio y esas ganas locas de ir a disneyland pero nunca sentí que me falto algo y creo que mis amigos cercanos también sentían lo mismo, esa visión de felicidad "aparente o relativa" cambio drásticamente cuando descubrí a ese niño, ese niño que estaba solo en la calle, sin su mama o su papa que lo tomaran del brazo y que lo único que tenia era unas flores un poco marchitas y una vestimenta bastante desgastada.
Al principio pensé que simplemente estaba extraviado, hablaba con todo el mundo como preguntándole algo a las personas pero desafortunadamente ninguno le daba la respuesta que el quería escuchar, después pensé que estaba jugando porque cuando alguien por fin le dio esa respuesta esperada no se iba corriendo a buscar a sus padres sino que se quedaba ahí preguntando de nuevo a todo el que pasaba cerca, después note que no estaba jugando ya que cuando pasaba largo rato sin escuchar respuesta de alguien una pequeña lágrima negra producida por sus ojos y el sucio de su cara rodaba por toda su cara.
Fue en ese momento cuando decidí acercarme y preguntarle que le pasaba y si se sentía bien, pude escuchar esa pregunta que había hecho una y otra vez por un largo rato y poco a poco empecé a entender a ese niño que estaba en la calle, le preguntaba a la gente "señor o señora, podría regalarme algo de dinero porque no tengo para comer" y lo que tenia para vender se le había agotado, me explico que cuando vives así debes procurar comer poco y ganar mucho, porque con eso mantenía la esperanza de dejar de esa vida y tener un lugar seguro y propio donde pasar la noche el resto de su vida y que simplemente no tenia padre ni madre que lo ayudara.
Después de ese día no lo vi mas, pase por ese lugar muchas veces por muchos años manteniendo la esperanza de verlo y ayudarlo, pidiéndole que se viniera conmigo y mi familia para que dejara de estar en la calle, creo que mi idea era bastante inocente pero no se me ocurrió nada mas. Hace días después de muchos años lo volví a ver, solo que no había crecido nada y esta vez vendía boletos de lotería en el medio de una transitada avenida, era el mismo niño, con la misma mirada y el mismo sentimiento de tristeza y soledad del que ya había visto muchos años antes, esta vez me acerque a el y lo único que pude decirle fue disculparme por haberte dejado solo, no me respondió nada y solo se limito a verme, el día que vi a ese niño en la calle note que ese niño son muchos y al mismo tiempo soy yo, el día que vi a ese niño en la calle me veía a mi mismo desde un estado alterado producido por la "cola para zapatos" que usaba para no pensar mas en comer y no pensar mas en los padres que nunca tuve.
1 comentario:
Excelente texto en honor a todos los Panchitos Mandefua que esperan (aunque sea) por una mirada, fuera de cualquier estación de metro o en cualquier lugarpanchito mandenfua
Publicar un comentario